Hipótesis.




Una hipótesis no es más que un enunciado comprobable para encontrar una respuesta a una pregunta concreta; una hipótesis formalizada obliga a pensar en qué resultados esperar en un experimento. 

Una hipótesis es un método de previsión, un intento de encontrar una respuesta a algo que aún no ha sido probado, una idea o una propuesta basada en pruebas limitadas. 

En la mayoría de los casos, se trata de proponer relaciones entre dos variables (o más):

  • Variable independiente (el cambio realizado) 
  • Variable dependiente (la medida). 
Por ejemplo, supongamos que estás acostumbrado a estudiar toda la noche antes de un examen, pero siempre estás demasiado cansado para entender el tema con claridad, lo que hace que saques malas notas.

Por lo tanto, la hipótesis es que si se estudia durante el día, se entenderá la asignatura y, en consecuencia, se obtendrá una buena nota. 

En este ejemplo, la variable independiente es el tiempo de estudio y las variables dependientes son la comprensión de la asignatura y la nota. 

Como puede ver, una hipótesis puede utilizarse en casi cualquier situación, pero lo más habitual es encontrarla en trabajos de investigación o experimentos científicos. 

A la hora de redactar una hipótesis, es fundamental ser cauto y minucioso antes de empezar a escribirla. 

Dado que cualquier hipótesis debe ser probada mediante hechos, pruebas directas y evidencias de datos, incluso pequeños fallos o malentendidos en la construcción de la hipótesis pueden tener un impacto negativo en la calidad de tu investigación y sus posteriores resultados. 

1. Hacer una pregunta

Redactar una hipótesis implica tener una pregunta que responder. La pregunta debe ser directa, concreta y específica. Para ayudar a identificarla, enmarque esta pregunta con las seis clásicas: quién, qué, dónde, cuándo, por qué o cómo. Pero recuerde que una hipótesis debe ser una afirmación y no una pregunta.

2. Recopilar investigación primaria

La recopilación de información de fondo sobre el tema puede requerir la lectura de varios libros, revistas académicas, experimentos y observaciones, o puede ser tan simple como una búsqueda en Internet.

Recuerde que debe considerar sus preguntas desde múltiples perspectivas; las investigaciones contradictorias pueden ser extremadamente útiles a la hora de desarrollar una hipótesis; puede utilizar sus conclusiones como posibles refutaciones y enmarcar su estudio para abordar estas preocupaciones.

3. Definir las variables

Una vez que haya determinado cuál será la pregunta, debe identificar las variables independientes y dependientes, así como el tipo de hipótesis que se aplica.

4. Póngalo en forma de enunciado Si-Entonces

Cuando se construye una hipótesis, puede ser útil utilizar un formato "si-entonces". Por ejemplo: "Si hago más ejercicio, perderé más peso". Este formato puede ser complicado cuando se trata de múltiples variables, pero en general es una forma fiable de expresar la relación causa-efecto que se está probando.

5. Recopile más datos para demostrar su hipótesis

La prioridad sobre una hipótesis es responder a la pregunta y demostrar que es correcta o incorrecta. Una vez que hayas establecido tu hipótesis y determinado tus variables, puedes comenzar tus experimentos. Lo ideal es que reúnas datos que respalden tu hipótesis.

6. Anótelo

Por último, una vez que hayas redactado tu hipótesis, analiza todos los datos que hayas recogido y saca tus conclusiones en formato de trabajo de investigación.

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