Acentuación.

 Acentuación de los interrogativos y exclamativos

             Los pronombres qué, cuál/cuáles, quién/quiénes, cuánto/a/os/as, cómo, dónde y cuándo llevan tilde cuando forman parte de oraciones interrogativas o exclamativas tanto directas como indirectas.

Qué:    ¿Qué estás buscando?                                      (Estilo directo)

Cuál:  Me preguntó cuáles eran los míos.                  (Estilo indirecto)        

Quién:   ¡Miren quién llegó!                                        (Estilo directo)                   

Cuánto: Me sorprende cuánto sufre la gente.            (Estilo indirecto)

Cómo:   ¿Cómo hiciste para llegar tan temprano?     (Estilo directo)      

Cuándo: No recuerdo cuándo es el acto.                    (Estilo indirecto)         

Dónde:   ¡Vean dónde estaba!                                      (Estilo directo)            

 

            Sin embargo, estos términos no llevan tilde si ellos mismos no son interrogativos o exclamativos, aunque estén en oraciones interrogativas o exclamativas. Ejemplos:

            ¿Será Manuel quien vino?

            ¡Contestarás cuando te lo indiquen!

            Quien quiera oír que oiga.

 

  

Bibliografía:

_ Belluscio, Augusto C., Técnica jurídica para la redacción de escritos y sentencias, Buenos Aires, La Ley, 2006.

_ García Negroni, María Marta, Laura Pérgola y Mirta Stern, El arte de escribir bien en español. Manual de corrección de estilo, Buenos Aires, Santiago Arcos, 2004.

_ Mizraji, Margarita y otros, Corrección de estilo. Normas básicas, Buenos Aires, Sintagma Ediciones, 1995.

_ Real Academia Española, Diccionario panhispánico de dudas, Madrid, Espasa-Calpe, 2005.

_ Real Academia Española, Nueva gramática de la lengua española. Manual, Buenos Aires, Espasa, 2010.

_ Seco, Manuel, Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, Madrid, Espasa Calpe, 1986.


Tilde en «qué», «cuál/es», «quién/es», «cómo», «cuán», «cuánto/a/os/as», «cuándo», «dónde» y «adónde»

Las palabras qué, cuál/es, quién/es, cómo, cuán, cuánto/a/os/as, cuándo, dónde y adónde son tónicas y se escriben con tilde diacrítica cuando tienen sentido interrogativo o exclamativo. Estas palabras, por sí solas o precedidas de alguna preposición, introducen oraciones interrogativas o exclamativas directas:

          ¿Qué ha dicho?           
          ¿De quién es esto?

          ¡Con qué seriedad trabaja!
          ¿Con cuál se queda usted?
          ¡Cómo ha crecido este niño!
          ¡Cuán bello es este paisaje!
          ¿Cuántos han venido?
          ¿Hasta cuándo os quedáis?
          ¿Adónde quieres ir?

También introducen oraciones interrogativas o exclamativas indirectas, integradas en otros enunciados:

          Ya verás qué bien lo pasamos.
          Le explicó cuáles eran sus razones.
          No sé quién va a venir.
          No te imaginas cómo ha cambiado todo.
          La nota indica cuándo tienen que volver.
          Voy a preguntar por dónde se va al castillo.

Además, pueden funcionar como sustantivos:

          En este trabajo lo importante no es el qué, sino el cuánto.
          Ahora queda decidir el cómo y el cuándo de la intervención.

Sin embargo, cuando estas mismas palabras funcionan como adverbios o pronombres relativos o, en el caso de algunas de ellas, también como conjunciones, son átonas (salvo el relativo cual, que es tónico cuando va precedido de artículo) y se escriben sin tilde:

          El jefe, que no sabía nada, no supo reaccionar.
          Esta es la razón por la cual no pienso participar.
          Ha visto a quien tú sabes.
          Cuando llegue ella, empezamos.
          ¿Estás buscando un lugar donde dormir?
          No dijo que estuviese en paro.
          ¡Que aproveche!

Aunque los relativos, presenten o no antecedente expreso, son normalmente átonos y se escriben sin tilde, hay casos en que pueden pronunciarse tanto con acento prosódico como sin él. Esta doble posibilidad se da cuando los relativos introducen subordinadas relativas sin antecedente expreso, siempre que el antecedente implícito sea indefinido y tenga carácter inespecífico (una persona, alguien, algo, algún lugar, nadie, nada, etc.). Esto ocurre cuando la oración de relativo sin antecedente depende de verbos como haber, tener, buscar, encontrar, necesitar, etc., que admiten complementos indefinidos de carácter inespecífico. En estos casos es aceptable escribir el relativo tanto con tilde, reflejando la pronunciación tónica, como sin ella, representando la pronunciación átona:

          El problema es que no hay con qué/que alimentar a tanta gente.
          Ya ha encontrado quién/quien le quiera y no necesita nada más.
          Buscó dónde/donde sentarse, pero no había asientos libres.
          No tenía cómo/como defenderse de las acusaciones.

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