Frustración: Perro Semihundido, Francisco de Goya
La frustración es una vivencia emocional que se presenta cuando un deseo, un proyecto, una ilusión o una necesidad no se llega a satisfacer o a cumplir.
Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse.
Rabia: The Idea- Motion-Fight . Johannes Molzah
El enfado es una emoción básica que sentimos todos. Sin embargo, cuando se pierde el control, el enfado se vuelve destructivo. ¿Cómo ayudar a los más pequeños a gestionar esta emoción?
La manera natural de expresar el enfado y la rabia consiste en responder de forma agresiva. Es la respuesta intuitiva ante la percepción de amenazas físicas o verbales. Sin embargo, responder agresivamente a cada situación de amenaza no es sano ni seguro .Por lo tanto, es importante enseñar a los niños, desde pequeños, formas saludables de controlar su ira.
La rabia que te envuelve, que todo lo hace girar, es roja, es negra, es circular y te arrastra, hacia dónde no quieres haber ido, es movimiento, es huracán, es peligrosa.
Miedo: El Grito, Edvard Munch
No hay duda que los miedos son evolutivos y normales a cierta edad, cambiando el objeto temido a medida que el niño crece y va madurando. La tendencia natural será a que éstos vayan desapareciendo progresivamente.
El miedo cuestión de madurez.
Maravillosa fábula en la que vivimos el descubrimiento de un niño, que tiene miedo a la oscuridad, de todas las cosas y seres especiales que viven en la Noche.
Tristeza: Mujer Melancólica, Pablo Picasso
La tristeza es una emoción básica y que todos sentimos en algún momento. Este cuento que os presentamos es para contar que a tristeza nos visita de vez en cuando pero siempre acaba por dejarnos.
Felicidad: La Alegría de Vivir . Henri Matisse
La educación de la felicidad o la pedagogía de la felicidad es un reto alcanzable, que debería guiar cualquier iniciativa durante nuestra vida. Por tanto, es recomendable educar para la felicidad en la infancia y en la adolescencia, etapas clave en el desarrollo de la personalidad. Deberíamos pues, entender que es esencial educar para el equilibrio de las emociones, como aspecto imprescindible en el día a día de niños y de adultos.
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